miércoles, 25 de agosto de 2010

Será cuestión de dejar pasar las horas y el whisky. Será cuestión de quemar alguna tuca, de fumar algún cigarro viejo. O será cuestión de esperar, y darle tiempo a la cabeza, a que se acomoden las ideas, a llorar, a dejar de llorar, a dejarme caer en la cama y dormir y soñar, y preguntarle por qué, por qué me obligó a hacerlo, y decirle que extraño, y pedirle que vuelva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario