Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo el tiempo, y querrías liberarte como sea. De cualquier forma, de la más simple, de la más cobarde sin dejar de nuevo para mañana este pensamiento:
el no está Ya no está. Y entonces, simplemente, querrías no estar tampoco tú.
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